Japón (cómo no) ya está desarrollando el primer servicio de autobús y taxi robot, anunciado para dentro de...¡5 años!.
¿Cómo afectará esto al mundo del transporte en general, y al taxi en particular? Según indica el director ejecutivo de DeNA, uno de los dos promotores del proyecto en Japón, Hiroshi Nakajima: “Hasta este momento, la gente está viendo como las empresas compiten en desarrollar tecnología de vehículos autónomos, pero esta tecnología ya está demostrada, y pronto empezará a tener un uso práctico. Yendo más allá, el foco de la competencia será en la experiencia que se ofrece al usuario”.
Esto suscita cuestiones: ¿Que ocurrirá con la licencia para conducir? ¿Y el uso de alcohol y drogas? ¿Quién asumirá la responsabilidad en caso de accidente? ¿Se seguirán vendiendo coches, o se irá hacia un modelo de "pay-per-use? ¿Existirán los taxis tal y como los conocemos hoy en día?
En nuestra opinión, todo dependerá del valor percibido por los clientes en el servicio: siempre que llevar un conductor humano suponga un valor diferenciador, el taxi tendrá cabida. Y en este sentido hay que pensar, pues el cambio está a la vuelta de la esquina.
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