sábado, 13 de febrero de 2016

CRECER O NO CRECER, ESA ES LA CUESTIÓN

Si eres emprendedor (uno o varios) y tu negocio funciona, y las expectativas de crecimiento podrían mejorar metiendo más dinero, o necesitas crecer por cuestiones de supervivencia de mercado, tienes dos opciones: o consigues dinero a nivel personal, asumiendo el riesgo, ya sea pidiéndolo a la banca (que te pedirá garantía personal), ya sea con ahorros o préstamos familiares, o bien te puedes plantear la entrada de un socio financiero que, a cambio de poner dinero (asumiendo que el business plan es convincente), te pedirá un porcentaje de tu negocio. La primera opción es el punto de vista más tradicional: si tu negocio va a funcionar, ¿por qué repartirlo?...pues puede haber varios motivos:

  • Que algo vaya bien hoy no implica que mañana vaya a ir mejor.
  • También podrías haberte equivocado en tu análisis.
  • O simplemente, la cantidad de dinero que necesitas "quemar" es tan alta que está fuera de tu alcance. 
El segundo punto de vista es el que voy a desgranar un poquito más. ¿Por qué puede ser positivo optar por esta segunda opción? Fácil: de entrada, te va a obligar a realizar un análisis de tu negocio mucho más profundo. Para vender tu idea no basta con una corazonada o un presente brillante. La búsqueda de capital externo va a obligarte a crear un BP (business plan) exhaustivo a medio plazo, con previsiones, análisis de fortalezas y debilidades, análisis de la competencia, cuál es exactamente la oportunidad y cómo la vas a aprovechar, etc, soportado todo por buenas fuentes y métricas creíbles. Tan sólo esto ya hace que merezca la pena, pese al enorme esfuerzo que esto te va a llevar.
Por otro lado, los recursos que puedes conseguir pueden ser mucho mayores. Y además, contarás con el asesoramiento de otros ojos que te pueden aportar valor, ya sea por experiencia en entorno financiero, ya sea por experiencia en márketing, etc.
Supongamos que has optado por esta opción. Claro, nada es gratis. El que va a poner la pasta te pide un buen pedazo de tu negocio, e incluso la capacidad de asesorar e incluso poder tomar alguna que otra decisión. Este es el punto que da vértigo a la mayoría por no decir todos los emprendedores.
¿Qué es lo realmente importante en este punto? La mayoría diría: "que antes tenía el 100% y ahora sólo tengo un 10%, por decir algo..." Bueno, hazte la siguiente pregunta: ¿Qué prefieres, el 100% de algo que vale "1.000", ó el 1% de algo que vale "1.000.000". Sabemos por experiencia que es más fácil que algo que vale 1 M pase a pasar 10 M, que no algo que vale 1000 pase a valer 1 M. Por poner un ejemplo, Emilio Botín tan sólo tiene un 0,63% apenas del Banco de Santander. ¿Cómo te quedas?
Efectivamente, lo importante no es la proporción. Hay algo mucho más importante: el control del negocio. ¿Es posible protegerte perdiendo la mayoría de tu negocio, de situaciones indeseables futuras? La respuesta es sí, mediante un contrato privado denominado "Pacto de socios".
Estos son los puntos clave que debe tener tu pacto de socios:
  • Derecho de asunción preferente: da derecho a los socios promotores de preferencia ante una ampliación de capital. El problema es que la cantidad esté fuera de su alcance.
  • Establecimiento de prima de emisión: consiste en asociar a una posible ampliación de capital una prima que infla el valor en la diferencia entre el valor nominal de las participaciones y el valor pagado. A mayor prima, mayor protección a los socios preexistentes.
  • Cláusulas anti-dilución: fijan unos porcentajes mínimos sea cual sea la ampliación futura para los socios existentes.
  • Establecimiento de "rachets": se pueden establecer diferentes valoraciones en función de la consecución de hitos futuros, por ejemplo en términos de facturación, EBITDA, etc.
  • Derecho de arrastre: si se recibe una oferta en el futuro y es aceptada por el 50% de los socios, los demás están obligados a asumirla o igualarla para quedarse con todo. En este punto, se puede establecer una valoración mínima por debajo de la cual no tendría efecto.
  • Derecho de gestión temporal: puedes marcar un tiempo de permanencia en la empresa con unos salarios anuales mínimos marcados. Esto te dará tiempo para demostrar tu valí sin pérdida de valor.
Por supuesto, antes de llegar a este punto, agota también otras opciones menos evidente: te puedes financiar con tus clientes con pronto pago y con tus proveedores alargando los plazos de pago, o con mecanismos financieros adecuados y más accesibles sin garantías, como por ejemplo el confirming.


Espero que sea de ayuda.

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